19 sept 2009

Reseña

BENGALA & LOS RENDERS @PIT BULL
BAR

Dando sentido a nuestros sentidos.

“Cuando iniciamos, teníamos grandes sueños como ser nominados a grandes premios y tocar en escenarios importantes (…) aterrizamos en la realidad y es mucho más difícil de lo que creíamos (…) pero no hemos dejado de soñar”, explicaba para Exprsat John, voz y guitarra de “Los Renders”, momentos antes de su presentación del pasado 29 de agosto sobre el escenario del bohemio Pit Bull Bar, ubicado en una de las zonas kitsch de la Ciudad de México, la colonia Obrera… Al filo de las 20:30 horas y con una audiencia dispuesta a rockear, John, enfundado en un suéter negro contrastando su pantalón de mezclilla azul para uso rudo, se impuso tras el micrófono en compañía de su guitarra eléctrica roja, listo para su siguiente batalla contra la superficialidad y el hermetismo. Su escuadrón conformado por Donovan (batería), Kar (guitarra) y Vince (bajo), también estaba preparado para enaltecer la escena mexicana del rock independiente. Y así fue.

Con un inicio enérgico en el que destacaba la temperamental batería de Donovan, Los Renders se adueñaron de un público que despertaba la euforia de sus corazones con los vibrantes cambios de ritmo, característicos de la agrupación cuyo objetivo, según dicen ellos mismos, es “dar sentido a nuestros sentidos”. La mezcla de glamour y carisma urbanos con sus resonantes melodías que conectaron al público, entre las que sobresalieron temas como Deslizándome o Veneno, hizo del recital de Los Renders el perfecto preludio para la sublime actuación de Bengala…

Sacando chispas

Según la RAE, “luz de bengala” es un “fuego artificial compuesto de varios ingredientes y que despide claridad muy viva de diversos colores”. Bengala, en realidad, es una mezcla de sonidos y ritmos fusionados en perfecta comunión, capaces de iluminar el alma de aquellos seres que recorren día a día las calles de la ciudad en busca de una salida de la cruda realidad y complejidad humana.La agrupación mexicana saltó al escenario del recinto cerca de las 22:15 horas. Diego (voz), Jesús (lira

), Amauri (lira), Sebastián, (bajo) y Marcos (batería) fueron los dioses de la noche en un Olimpo underground entintado de eclecticidad y posmodernidad. Su repertorio fue inaugurado con Vamos otra vez, tema de su más reciente producción titulada “O

ro” y, dicho sea de paso, se encuentran promocionando.

El carisma de Diego y la pasión de Jesús fueron factores clave para que la audiencia se internara en un mundo mágico cimbrado en emociones, melancolía e inagotable energía. Los recuerdos se apoderaron de los visitantes con Soñé, Tírate y Solar, de su primera producción homónima, lo cual se reflejó en la euforia de la audiencia que buscaba incesantemente llevarse una parte de los ídolos, desde una caricia, una mirada y un gesto, hasta una prenda o cualquier objeto que les recordara la actuación.

El momento cumbre inició cuando Diego se despojó de su camisa azul para dejar descubierto su torso, con lo que dio pie a una de las más memorables interpretaciones de la noche: Cárcel. Fue incontenible la emoción de los seguidores que corearon con enjundia “Puede ser que pueda terminar… en l

a cárcel por tu culpa…” pero la cosa no terminó ahí.

La energía continuó fluyendo a un alto voltaje cuando se escuchó la voz de Diego anunciando Carretera, una de las primeras y célebres canciones de la banda de rock que bien podrí

a definirse como “los iluminados del sonido”. Este tema arraigado en los corazones bengaleros prendió el búnker de la Obrera. No hubo alma que no estuviera compenetrada con los cerebros creativos de uno de los principales y emergentes exponentes de la escena mexicana, generando en consecuencia el ensordecedor aplauso bien merecido para aquéllos que encontraron a las musas del rock.









Los renders











Bengala




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